Vender calidad o cantidad. Existen dos formas de vender productos y servicios, esto se incluye al aplicar un trabajo. El estilo de ventas de comida rápida y estilo de ventas exclusivo. La estrategia de marketing en ambos es diferente y produce diferentes resultados. Una se enfoca en la calidad y la otra en la cantidad
Diferencia entre vender barato y vender caro
Los restaurantes de comida rápida y similares son exitosos por su tamaño y consistencia en los productos y en el servicios, además tienen un sistema de negocio impecable. Por ese motivo se dan el lujo de vender más barato que otros restaurantes. Porque ellos publicitan comida «buena», más bien orientan su estrategia en ofrecer comida «barata, rápida y siempre igual». No todas las personas se sienten orgullosas de haber comido en ese tipo de lugares, sin embargo la gran mayoría hemos ido a comer allí. A menudo mencionan alguna promoción, un nuevo combo o paquete. El precio bajo es muy importante para el tipo de negocio.
En cambio, los productos que ofrecen exclusividad, no los producen en masa. Ese tipo de negocios no publicitan precio, más bien publicitan valor y calidad de la compra. Las personas que compran productos exclusivos lo hacen por imagen y por su valor duradero. Por ejemplo un traje comprado en un almacén de cadena suele ser más barato, incluso se nota la tela más delgada. En cambio un traje elaborado por una compañía de prestigio suele ser una mejor compra a largo plazo.
Cuando desarrollas una estrategia de marketing en tu negocio debes de tener bien definido el estilo que deseas utilizar y tener bien definido el mercado en el que vas a introducir tu producto.
Calidad contra cantidad
En las ventas que se basan en «cantidad», se van a atraer más clientes y de forma más sencilla. El precio que se paga por vender de esa forma, es que la lealtad de tus consumidores solo va hasta tu precio más bajo. Cuando un competidor ofrece un mejor trato y precio, los clientes seguro se irán con ellos. También podrías trabajar más horas sin obtener una gran recompensa.
En cambio, las ventas que se basan en «calidad», tomará más tiempo en encontrar clientes o que un trabajo llegué a ti. También se requiere invertir más tiempo posicionando tus servicios como únicos y valiosos. Una de las ventajas es que serás visto como un aliado de tus consumidores y será muy difícil reemplazarte. Obtendrás una mayor lealtad y satisfacción de tus clientes
Ser barato implica tener que vender mucho
Muchas empresas que inician piensan que deben abaratar sus precios, al menos en la fase inicial para introducir sus productos y servicios en el mercado y conquistar a los clientes. Sin embargo es una preocupación lógica, y más durante un periodo de crisis tan delicado, donde los conceptos de bajo costo tienen mucho éxito.
Sin embargo, para obtener una rentabilidad deseada con un precio bajo, es importante generar un gran volumen de venta y apretar los gastos. Casi todos lo tienen claro pero a veces se confían durante la elaboración de sus estimaciones por no considerar otros factores. Se debe realizar un correcto análisis de mercado y una estrategia de precios.
Ser caro implica una calidad de producto y servicio
Cuando se vende caro, el mercado se vuelve más reducido. Además se debe ofrecer una mayor calidad y un excelente servicio al cliente.
Obtener la opinión positiva de algunos clientes influyentes puede proporcionar grandes resultados. Por ser un mercado más pequeño es más difícil introducirse y es más fácil ser expulsado por tener malas experiencias, sin embargo es muy rentable.
Incluso algunas empresas exclusivas y que son consideradas «de lujo» han logrado vender caro y con un gran margen de sus productos a un gran número de personas. En algunos casos, hasta las personas que no pertenecen a la élite económica desean comprar el producto, simplemente por imagen.
La fuerza psicológica del precio para el cliente
No debes de olvidar que otro de los aspectos fundamentales de la psicología del cliente va ligada a los precios. Se conocen casos de marcas de champú o cremas faciales, cuyos productos no se vendían y que subieron los precios para poder mejorar las ventas.
Tenemos muy programada la relación entre precio y calidad, muchas veces creemos que por ser más caro un producto es mejor. O bien puede que rechacemos un producto o servicio por considerarlo demasiado barato.
Cuando los emprendedores definen el concepto de su negocio, en algún momento se llegará al posicionamiento referente a los precios. Para que las cuentas salgan es necesario conocer ambos escenarios, vender calidad o cantidad.
Se podría concluir que: «Vender barato implica introducirse en un mercado de masas, en cambio vender caro implica dirigirse a una minoría selecta y exigente»
Así que, ¿tú que vendes, cantidad o calidad?
VÍDEO: ¿Vender calidad o cantidad?